El Museo es un espacio de discusión, de producción, de
participación y de debate. Un espacio de encuentro vivo con nuestra
memoria, que nos permite relacionarnos claramente con nuestro presente y
que construye identidad y ciudadanía. Un espacio para disfrutar del
conocimiento y de la belleza. Un lugar para el descanso creativo y el
aprendizaje colectivo.
El mensaje que transmite el museo parte del convencimiento de que
debe existir y es necesario un diálogo crítico entre la sociedad y su
memoria histórica y de dar una visión amplia de nuestro pasado. La
relación museo – comunidad se debe establecer en el marco de una
comunicación más fluida, sensible, atractiva y dinámica que provoque una
modificación sustancial en los visitantes, destinatarios finales de
nuestra tarea.
Entendemos pertinente abordar los procesos históricos teniendo en
cuenta la idea de rupturas y continuidades, lo que requiere y permite
una permanente asociación con la realidad, haciendo explícito el diálogo
presente - pasado a fin de descubrir, en el ámbito de la reflexión
grupal, algunas permanencias y cambios que hoy nos constituyen.
El museo debe cumplir una tarea democratizadora, con una visión del
pasado que lo contenga en toda su complejidad dimensional (social,
política, económica, cultural…), entendiendo que el relato histórico es
la reconstrucción de nuestra vida a lo largo del tiempo. Y que algunas
preguntas pueden ser comenzadas a responder desde ese diálogo fluido,
abierto, polémico, contradictorio a veces, rico en matices, abierto para
las diferencias y para sumar las ausencias.
El encuentro con el pasado, con las historias que encierran y fluyen
de estas paredes, es una invitación a un diálogo interior profundo. Un
encuentro con nosotros mismos donde está permitido gozar con el
conocimiento, disfrutar la belleza, emocionarnos con nuestras pérdidas,
reconocernos en el otro...un lugar que nos da permiso para apropiarnos
de nuestro pasado y que nos ayuda a mantenerlo vivo en nuestro interior y
en nuestro tiempo, resignificándolo y resignificandonos.
Respeto a la diversidad, valoración del conocimiento histórico,
reconocimiento de la pluralidad y diversidad cultural, promoción de
valores democráticos y de igualdad social, valoración de la curiosidad y
la duda en la búsqueda de nuevos conocimientos, desarrollo de una
comunicación clara y sensible, sostenimiento de la honestidad
intelectual como elemento clave en la formación y difusión del
conocimiento, mantenimiento de actitud crítica y reflexiva son los
lineamientos que nos guían, apuntando a la formación de una conciencia
histórica plural, democrática y crítica.
Los Museos históricos deben ser instituciones desde las cuales
podamos confrontar con nuestro pasado, cuestionarlo, indagarlo. Lugares
para la construcción de una historia abierta., donde el discurso único y
autoritario sea superado por un discurso pluricausal y democrático, y
la construcción de pasado cristalizada se deconstruye a través de una
lectura profunda y en permanente revisión.
Los museos no son espacios fríos, sobresaturados de objetos y
solemnemente aburridos. Son espacios de encuentro analíticos y críticos,
atractivos y dinámicos, sensitivos y sensibles. Espacios cálidamente
convocantes, con sus puertas abiertas para compartir un tiempo diferente
y para ser disfrutados en plenitud.
Horario: Lunes a viernes, de 8 a 19.30, y sábado, domingo y feriados, de 9 a 18.30.
Visitas guiadas: Todos los días a las 10, 11, 12, 14, 15 y 16.
http://www.cultura.gob.ar/museos/palacio-san-jose-museo-y-monumento-nacional-justo-jose-de-urquiza/